Es octubre, lo que significa que se están cultivando calabazas gigantes en el jardín de demostración de la Planta de Tratamiento del Sureste. No, estas calabazas demasiado grandes no están embrujadas, están demostrando el poder de los biosólidos de la Comisión de Servicios Públicos de San Francisco (SFPUC) para acelerar el crecimiento de las plantas. Las plantas más grandes y de crecimiento más rápido extraen más carbono de la atmósfera, lo que contribuye a la lucha contra el cambio climático.

La Planta de Tratamiento del Sudeste y la Planta de Tratamiento de Oceanside producen aproximadamente 59,000 toneladas de biosólidos por año. Los biosólidos son sólidos de aguas residuales tratados biológicamente que se utilizan como fertilizantes para el suelo en ranchos del norte de California.

A los agricultores les gustan los biosólidos porque hacen que las plantas crezcan mejor y más fuertes, como lo demuestran estas calabazas. Las plantas extraen carbono de la atmósfera en el proceso de fotosíntesis, que convierte la luz solar, el agua y el CO2 en la energía que necesitan para vivir, produciendo oxígeno en el proceso. Este carbono se almacena en la planta y cuando la planta muere y se descompone, o arroja hojas y raíces, el carbono se almacena en el suelo. Menos carbono en la atmósfera y más en las plantas y los suelos ayuda a reducir los efectos del cambio climático.

Los suelos también son más saludables cuando tienen más carbono, lo que a su vez da lugar a plantas que crecen más fuerte. Los biosólidos tienen un 25% de carbono, que es la forma en que hacen que los suelos sean más saludables y las plantas crezcan mejor. Los suelos han perdido gran parte de su carbono debido a cambios en el uso de la tierra, como la deforestación. Los biosólidos pueden ayudar a reparar ese daño.

Cada año, los biosólidos de SFPUC aplicados a los ranchos del norte de California evitan 4,000 toneladas métricas de emisiones de carbono, almacenando ese carbono en plantas y suelos (calculado utilizando la calculadora de equivalencias de gases de efecto invernadero de la EPA). Esa es una cantidad de emisiones evitadas equivalente a:

• 890 vehículos de pasajeros propulsados ​​por gasolina conducidos durante un año.
• 10.3 millones de millas recorridas por un vehículo de pasajeros promedio a gasolina.
• Consumo eléctrico de 778 viviendas durante un año.

El programa de biosólidos de la SFPUC, que beneficia a los agricultores, las plantas, los suelos y el planeta, es una idea tan buena que ¡da miedo!